Cuando inicias un negocio, lo haces sobre el cimiento de tus sueños, y así fue que, gracias a tu pensamiento creativo, generaste una idea y con la fe puesta en tus propias capacidades, te proyectaste hacia el futuro. Imaginar el futuro es maravilloso, es el vicio de los soñadores, en él te ves disfrutando de los resultados, creciendo, generando ingresos, propiciando grandes cambios en tu vida.
Pero resulta que imaginar el futuro, no es "ver" del futuro. Podría no resultar como esperabas, esto es producto de una cantidad infinita de variables que forman una verdadera trama alrededor de tu emprendimiento, entre las más importantes se encuentran: